La importancia de estirar antes de practicar cualquier deporte es bien sabida. Permite mantener un correcto equilibrio entre los músculos, articulaciones, tendones y tejido nervioso, lo cual hace que los movimientos al ejercitarnos sean más fluidos, además de evitar la sobrecarga posterior al ejercicio y evitar posibles lesiones.

Pero lamentablemente, no siempre se realizan estos ejercicios correctamente, lo cual pone en riesgo nuestro cuerpo y aumenta el riesgo de lesiones.

Habitualmente estos estiramientos pre actividad se han realizado de manera estática, donde se coge determinado músculo y se mantiene en posición de estiramiento durante unos segundos. Esta práctica puede empeorar el rendimiento del deportista si se realiza antes de empezar la actividad, ya que los músculos aún están fríos y se ven sometidos a una tensión repentina nada saludable.

Para lo que sí puede ser útil este tipo de estiramiento es para normalizar el tono muscular y mitigar la sobrecarga muscular después de realizar ejercicio, siempre dejando un lapso de tiempo no inferior a 60 minutos tras la actividad, para de este modo no interferir en la congestión del sistema vascular.

Es recomendable realizar estos estiramientos por un tiempo de unos 3 minutos para cada grupo muscular.

Para los estiramientos previos a la práctica deportiva, se pueden realizar estiramientos dinámicos, en los que mediante el balanceo de las articulaciones se vayan poniendo en tensión poco a poco las estructuras musculares. Esta es la forma más eficaz de evitar lesiones y realizar una actividad saludable.