La pierna de tenista corresponde a la rotura muscular del gemelo interno. Aunque muy dolorosa, es menos grave ya que requiere de un tratamiento conservador. Sin embargo, una rotura del tendón de Aquiles, puede ser menos dolorosa, pero requiere de una intervención quirúrgica.

Este tipo de lesión es relativamente frecuente y se da tanto en jugadores de tenis aficionados o con poca preparación física que en una arrancada sienten un dolor agudo en la pantorrilla como en personas de mediana edad. De ahí que esta lesión se denomine también el “latigazo de los cuarentones”

Pierna de tenista: síntomas

El síntoma de esta lesión es un dolor agudo en la pantorrilla asociado a una sensación de chasquido. Los que lo han sufrido hablan también de una sensación de “pedrada” por detrás. En los casos más leves, suele sentirse un calambre puntual localizado o tenaz, o bien por una sensación de desgarro.

¿Cómo reaccionar ante la lesión?

Si crees que puedes estar ante una pierna de tenista, te detallamos qué debes hacer como primeros auxilios. Lo primero que debemos hacer es parar la práctica deportiva para que la lesión no vaya a más y acabe en una rotura del tendón de Aquiles.

Si estamos acompañados, lo mejor será utilizar a tus acompañantes de muletas y que te acerquen al servicio de urgencias para valorar el alcance de la lesión. Puedes aplicar hielo a la pantorrilla y comprimir la zona con un vendaje o pernera. En ningún caso apoyes la pierna.

Tratamiento de la pierna de tenista

El tratamiento de la pierna de tenista es un tratamiento conservador que llevará entre 3 y 8 semanas de fisioterapia. La recuperación requiere de reposo relativo, anti-inflamatorios y fisioterapia. Un músculo roto tiene que cicatrizar y tiene sus plazos que debemos respetar para una correcta recuperación.

La reanudación del ejercicio físico debe ser gradual y siempre bajo la supervisión del fisioterapeuta. Las sesiones de fisioterapia permitirán tratar la lesión y se hará movilizaciones suaves que permiten estirar los gemelos, el sóleo y el plantar delgado poco a poco. Una forma práctica de comprobar que la lesión está en su fase final será cuando uno pueda ponerse de puntillas y dar pequeños saltos en esa posición sin que cause dolor alguno.