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Logopedia niños (IMQ)

El Servicio de logopedia, desarrolla las actividades de prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento (pronóstico y mejora) de los trastornos de la audición, la voz, el habla, el lenguaje en su vertiente oral y escrita, los asociados a funciones orofaciales verbales y no verbales, y todo trastorno que afecte al proceso de comunicación humana.

OBJETIVOS DEL LOGOPEDA CON LOS NIÑOS
Las metas de un logopeda son muy dispares dependiendo de las dificultades del paciente: desde enseñar a un profesor a respirar y hablar correctamente para prevenir daños en sus cuerdas vocales, pasando por ayudar a un niño a pronunciar el fonema /r/; hasta enseñar a tragar a una persona con daño cerebral, o desde ayudar a afrontar los problemas de comunicación de una persona con afasia hasta conseguir que un niño sordo reconozca y clasifique los sonidos, etc

¿QUIÉNES SON NUESTROS PACIENTES?

  • Niños con problemas de audición, voz, lenguaje y disfunciones orofaciales.

¿CUANDO DEBO ACUDOR AL LOGOPEDA?
Desde que emiten los primeros balbuceos a los pocos meses de edad, hasta que logran expresarse verbalmente sin ninguna dificultad, los niños desarrollan y construyen la que será su principal herramienta de comunicación: el lenguaje. Sin embargo, no siempre evoluciona de forma adecuada y en la edad en que debe haberse adquirido de forma completa, en torno a los cinco años, se detectan síntomas y evidencias de desajustes o retrasos que necesitan la intervención directa de un especialista para resolverlos.

  • Cuando se observen dificultades para la adquisición del habla o se  mantenga una pronunciación  defectuosa y  de difícil comprensión.
  • Cuando se presenten alteraciones de las funciones orales no verbales: succión, masticación, disfagia, deglución atípica, alteraciones tubáricas  y maloclusión dentaria que requieran una terapia orofacial miofuncional.
  • Cuando se presenten problemas de paladar ojival, labio leporino o fisura velopalatina.
  • Cuando se observe que el niño tiene dificultad para la adquisición del lenguaje oral, tanto a nivel  comprensivo como de expresivo.
  • Cuando se manifiesten problemas para el aprendizaje de la lectura y de la escritura, ya sea por una dislexia o por un simple retraso en la adquisición lectora.
  • Cuando se observe que el niño manifiesta problemas para la adquisición de los aprendizajes por retraso madurativo, autismo, déficit de atención (con o sin hiperactividad),etc.

¿CÓMO ES EL DESARROLLO Y ADQUISICIÓN DEL LEMNGUAJE?

Entre el primer y segundo año de vida se desarrollando el lenguaje de forma que hacia los dos años es habitual que posea un lenguaje que abarque las 20 palabras aproximadamente. Será espontáneo y no solo por imitación e implicará una comprensión verbal muy concreta.

Hacia los 3 años, si al niño no se le entiende bien, no presenta fluidez en el lenguaje, agrega u omite sonidos o solo lo entienden los familiares, conviene consultar. El profesional valorará tanto la expresión como la comprensión.

A partir de los 3 años se debe también atender a la calidad de la voz: que no se produzca una voz ronca o que parezca fatigada o forzada constantemente.

Hacia los 4 años el niño está maduro para poder pronunciar todos los sonidos. El origen de que esto no suceda podría ser una interposición lingual (colocación de la lengua entre los dientes) e incorrecto manejo de los órganos que intervienen en la deglución y conviene detectarlo a tiempo para corregirlo y así evitar problemas de dentición posteriores, habla nasal, respiración bucal que generará problemas de tipo respiratorio…

Por otro lado, podemos encontrarnos ante un simple problema de manejo de los órganos que intervienen en la articulación.

RECOMENDACIONES:

Conviene hablar y cantar al niño ya desde bebé y ayudarle a imitar sonidos y gestos.

Hable con su hijo de forma habitual de manera que el día a día sea un aprendizaje (nombre los alimentos en el supermercado, explíquele lo que hace mientras cocina o limpia una habitación, señale objetos en la casa, y hágale notar los sonidos que escucha)

Hágale preguntas y atienda a sus respuestas con un lenguaje sencillo pero no por ello infantil o cargado de diminutivos.

Existen libros para tocar diferentes texturas, aprender a imitar movimientos… Se le pueden leer y hablarle sobre los cuentos. Que el niño señale las imágenes mientras nombramos las ilustraciones.

Más adelante nombrará las imágenes y participará en las historias que también empezará a memorizar. Escuche sus relatos de aventuras.