La esclerosis múltiple es una enfermedad que se origina en los nervios del cerebro y de la médula espinal, cuando se destruye la sustancia que los recubre, bloqueando los mensajes al resto del cuerpo. Como consecuencia, una persona que la padezca puede perder el habla y dejar de caminar. Ahora, ha surgido un nuevo estudio que relaciona la Esclerósis múltiple y la mononucleosis, también conocido como con el virus de Epstein-Barr o «la enfermedad del beso».

Esclerósis múltiple y mononucleosis

El estudio se ha llevado a cabo en EEUU, donde investigadores han analizado las muestras de sangre de 10 millones de militares estadounidenses durante 20 años. Las conclusiones han sido reveladoras: el virus de Epstein-Barr multiplica por 32 el riesgo de padecer esclerosis.

La mononucleosis se transmite por la saliva, al dar un beso o beber del mismo vaso que otra persona que tiene este virus. Al parecer, 800 de los 801 soldados que desarrollaron esclerosis habían estado en contacto con Epstein-Barr en algún momento de su vida.

Factores que desencadenan la esclerosis

A pesar de este descubrimiento tan importante para la medicina, hay algunos escépticos. Una de ellas es Luisa María Villar, Jefa de Inmunología del hospital Ramón y Cajal, que recuerda que también hay otros factores que causan la enfermedad como el tabaco, la carencia de vitamina D o la obesidad infantil. Villar considera que la esclerosis es fruto de «una serie de infortunios que se dan en una persona con predisposición genética», no solo debido a haber tenido mononucleosis.

En todo caso, se habla de una afección lo suficientemente grave como para ser diagnosticada y tratada a tiempo. Para ello, hay centros de atención especializada como Oroitu, en el que se lleva a cabo una evaluación y rehabilitación del paciente de esclerosis múltiple. También se trata a personas con Alzheimer u otras enfermedades neurológicas y se ofrece un servicio de Fisioterapia, Logopedia y Psicología.